
Amaury Vázquez Villalón, Colección de reflexiones.
Las obras, si quieren fundamentarse, han de construirse con el antídoto (convertido en ladrillo) que combata el veneno de las víboras que intentaron e intentarán morderlas.
Ha de usarse irremediablemente, más que cemento y acero, el sólido material de la perseverancia.